Carmelos
“Con gozo alabamos a Dios por almas como la M. Concepción, que con el ejemplo de sus vidas, inspiran a esta generación de jóvenes carmelitas a entregarse, como ella, del todo a Dios sin hacerse partes. Como lo quería nuestra Santa Madre.
Les agradezco profundamente que nos enviaran el relato de la vida de la M. Concepción para edificación de todas las hermanas. Al leer estas páginas, se ve a un alma que ha sabido encarnar el ideal de la carmelita descalza con todo el amor y humildad. Se pude ver cómo todo en ella era verdadero y tendía con la mayor naturalidad y rectitud hacia Dios.
Hace dos meses he hecho la Profesión simple, y me ha hecho mucho bien conocer la vida de la M. Concepción al principio de la vida religiosa. …
Quisiera resumir algunos rasgos marcados de M. Concepción que más me han edificado, dando así gracias al Espíritu Santo que suscita almas tan hermosas para su Iglesia:
- Su profunda abnegación y total olvido de sí, siguiendo en todo la máxima de San Juan de la Cruz: ‘obrar y callar’.
- Su delicadeza y espíritu sobrenatural en la obediencia, que le hacía rendir el propio juicio hasta en los más pequeños detalles, con gran sencillez y humildad.
- Era ‘hacer como si no hiciera’, sin quejarse nunca, practicando la virtud heroicamente sin llamar la atención en nada, como si nada fuera con ella, como el que no quiere la cosa y sin dar importancia a nada propio, muy distinto de cuando se trataba de los demás; con todas era comprensiva, bondadosa, disculpaba siempre.
- Equilibrada, serena, con una paz inmutable que brotaba de su alma que había echado hondas raíces en el Corazón de Jesús.
- Su profundo amor a la vocación carmelitana, a nuestros Santos Padres, Regla, Constituciones, costumbres.
- Su fidelidad a las cosas pequeñas, su entrega total a Dios en el trabajo, sin perder ni un minuto, por su urgencia de salvarle almas.
- Su amor a la pobreza, a todo lo que es menos, su pureza de intención- todo por Dios- su delicadeza con las enfermas, su recogimiento y amor al silencio…
- Toda su voluntad, su inteligencia y corazón, todo lo entregó , todo su ser, del todo a Dios.
“… No puedo dejar de expresarles el bien que a esta Comunidad ha hecho la preciosa carta de edificación de M. Concepción. … se trata de una hija de Sta. Teresa muy fiel y singular, capaz de estimular y sacar de la mediocridad (al menos en deseo) a algunas como yo, que me he sentido abochornada oyendo en que tono de esforzada entrega transcurría su vida. Da la sensación de que el espíritu de sacrificio, y olvido propio a impulsos del amor, han formado en ella una segunda naturaleza, de modo que la virtud es connatural. En fin, mucho me ha llevado a glorificar a nuestro Dios, admirable en sus santos y a confiar en ‘esa fuerza de energía que Él posee para sometérselo todo’.
Con razón el Sto. Padre invita últimamente tanto al pueblo de Dios, a dar gracias por la existencia de las almas consagradas llegando a decir textualmente: ‘hay personas que dejan tras de sí un suplemento de amor, de sufrimiento aceptado, de pureza y verdad, que llega y sostiene la vida de los demás’….
…Paso ahora a pedirles en nombre de Ntra. Madre nos envíen alguna reliquia (íntima) de M. Concepción, pues tiene interés en aplicársela a una hermana…, también desearíamos hicieran llegar la carta de edificación a estas dos direcciones…”
Hna. Almudena de Xto. Sacerdote, c.d.
Carmelo de Ponzano (Madrid)